Discurso completo del Sub Jefe de la Base Naval Mar del Plata, Capitán de Navío Carlos H. Acuña:
"Por Ley 11.328, promulgada el 5 de Octubre de 1926, se
dispuso la construcción en el puerto de Mar del Plata, de los talleres,
varaderos y cuarteles necesarios para el mantenimiento de dos grupos de tres
submarinos que la misma Ley preveía adquirir.
Este Acto Administrativo del gobierno, pleno de
contenido, respondió a la necesidad de dotar a las Fuerzas Navales Argentinas
de un componente estratégico indispensable, como es el Arma Submarina y
correspondiente sostén logístico.
La aguda visión sobre los intereses marítimos de la
República Argentina que inspiraron el pensamiento de Storni, caló profundo en
el entonces Ministro de Marina, Almirante Manuel Domecq García, quien vio en
esta Base la más clara expresión de un moderno despliegue del Poder Naval,
sentando las bases para que dentro de ella se articulen diversas y dispares
actividades relacionadas, no solo con la primordial tarea de la defensa de la
Soberanía Argentina en el mar, sino también para la investigación y explotación
de sus recursos.
El 5 de Octubre de 1926 comenzaron las obras del puerto
militar, finalizando un año y medio después.
El 11 de Febrero de 1928 se inauguró la nueva Dársena,
con la presencia del Presidente de la Nación, Doctor Marcelo Torcuato de
Alvear.
A partir de 1926 la presencia de la Armada Argentina en
Mar del Plata es permanente.
Muy común era ver en los primeros años, el adiestramiento
de los hidroaviones de la Armada que utilizaban el espejo de agua entre las
escolleras Sur y Norte para sus prácticas de anavizajes, siendo en esta ciudad,
donde egresa la primera promoción de aviadores navales.
El 3 de Septiembre de 1933 la primera escuadrilla de submarinos
argentinos hizo ingreso a esta Base Naval, iniciando una presencia
ininterrumpida hasta nuestros días.
Con el transcurrir de los años otros organismos de la
Armada fueron asentándose en la base. La Escuela de Submarinos, la de Buceo, el
Arsenal y la Intendencia Naval, la Agrupación de Buzos Tácticos y la Agrupación
de Buques Hidrográficos.
A partir del año 2000, trasladaron aquí su apostadero las
seis unidades de superficie que constituyen la División de Patrullado Marítimo
y se estableció definitivamente el Comando del Área Naval Atlántica.
Las decisiones adoptadas en cuanto al cambio de
asentamiento de comandos y unidades a que hice referencia tuvieron su correlato
en un plan dirigido a satisfacer los requerimientos de infraestructura y
servicios que derivaron de las mismas.
Hoy, la información global, actualizada en forma
permanente y totalmente accesible, da cuenta acerca de la creciente escasez de
recursos a nivel mundial y el incremento de los flagelos del terrorismo y el
narcotráfico, que obligan no sólo a las primeras potencias, sino también a los
países con ambiciones de ocupar puestos destacados en el concierto de las
naciones, a desarrollar fuerzas armadas dotadas de equipamiento moderno,
convenientemente adiestradas y estratégicamente emplazadas para cumplir con su
rol básico de la disuasión y defensa.
Además de la incontable riqueza natural terrestre,
nuestro país, marítimo por excelencia, cuenta con 5.400 Km de costas que
enmarcan 1.500.000 Kilómetros cuadrados de Zona Económica Exclusiva, fuente de
recursos apetecidos por buques extranjeros y a la que debemos proteger y
preservar mediante una tenaz vigilancia.
La Base Naval Mar del Plata es, en magnitud e
importancia, la segunda base naval con que cuenta la República Argentina,
constituyéndose en el asiento natural de 14 unidades de la marina de guerra, 3
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y 4
del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y que
cobija en su cotidiano trabajo a 1.800 hombres y mujeres, civiles y militares.
La misma brinda, por su posición y por sus
características hidro-oceanográficas, la posibilidad a las seis unidades de
superficie que conforman la División de Patrullado Marítimo, de alcanzar el
límite de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) en un lapso de tiempo
sustancialmente menor que si zarparan de la Base Naval de Puerto Belgrano;
asimismo, permite a las unidades submarinas alcanzar la profundidad apta para
ir a inmersión en no más de tres horas, siendo alrededor de doce horas las
requeridas si lo hicieran desde Puerto Belgrano.
Cuenta con la infraestructura que brinda la industria
naval propia de la ciudad y de su actividad portuaria, inmejorables facilidades
logísticas, lo que permite el óptimo apoyo a operaciones de control del mar,
búsqueda y rescate y a la ejecución de las campañas de investigación
oceanográficas, hidrográficas y biológicas.
Dado que en los muelles de la Escollera Norte se sondan
las mayores profundidades de la Dársena Militar, los mismos posibilitan y
resultan óptimos como sitio de amarre de buques de guerra de gran calado con
que cuenta nuestra Flota de Mar.
Asimismo, y contribuyendo con el logro de los intereses
políticos de la Nación, estos muelles son asignados a buques de gran porte de
armadas extranjeras en la ejecución de actividades operativas combinadas o
cumpliendo convenios de cooperación, apoyando actividades de adiestramiento o
logísticas antárticas de países amigos, los cuales amarran en éstos reiteradas
veces al año.
La base Naval Mar del Plata debe considerarse físicamente
indivisible, por el solo hecho del uso militar que se hace de ella.
Su integridad física está prevista y amparada por la Ley
N° 24.093, la cual prevé los aspectos vinculados con la defensa y seguridad
nacional.
El dictado del
Decreto Nacional 1951/83, a tenor de los requerimientos navales que se
desprenden de la propia naturaleza de las tareas específicas que competen a la
Armada Argentina en el ámbito de la defensa, establece los límites de su
jurisdicción, a fin de garantizar que personas y/o bienes ajenos a la condición
militar no sean sometidas a eventuales riesgos, peligros y/o daños derivados
del manipuleo del material específico y/o de actividades operativas de
instrucción y adiestramiento que se ejecutan en la Base Naval.
El presente la encuentra sólidamente vinculada a la
ciudad que la cobija. Fiel reflejo de tan estrecha comunión, se su emblema, que
a diario vemos al ingresar por la guardia, el cual fue donado por la Municipalidad
de General Pueyrredón y que en su centro y rodeado por un salvavidas, símbolo
de seguridad, apoyo, reparo y ayuda, se encuentra en el Escudo de la ciudad,
plasmando la vinculación de la Armada con esta comunidad.
Tantos años de presencia, no solo dejan impronta en las
instituciones sino también en las muchas generaciones de marinos que vieron
nacer y crecer a sus hijos en esta querida ciudad de Mar del Plata y en la que
gran parte se estableció definitivamente alimentando indisolubles lazos que
trascienden a la mera actividad profesional.
Sentimos a Mar del Plata como propia, así como sabemos
que Mar del Plata siente suya a la Base Naval.
No es este un Aniversario más.
El 25 de octubre del año pasado, a las 10 de la mañana
zarpó por última vez desde su muelle el submarino ARA “SAN JUAN”, como lo hacía
habitualmente, para participar en un operativo naval integrado en el Atlántico
Sur.
Si bien hoy, sufrimos la ausencia física de nuestro
submarino y sus 44 tripulantes. Nuestros Camaradas. Nuestros amigos. Ellos
están y estarán siempre presentes en nuestras mentes y corazones.
Su ejemplo de coraje, compromiso y sacrificio nos guía
permanentemente en nuestra labor diaria.
Un dicho anónimo expresa: “Nuestra bandera no flamea porque
el viento la mueve, ella flamea con el último aliento de cada héroe que entrega
su vida protegiéndola”.
Hoy como ayer, seguimos fiel a nuestra misión, brindar
seguridad, apoyo y sostén a los destinos de tierra, buques de superficie y
submarinos.
Quiero reconocer a mis subordinados, porque la Base Naval
Mar del Plata se debe y vive por su personal militar y civil, que con su
silencioso accionar logran mantener el sustento logístico indispensable para el
cumplimiento de nuestra misión.
Representa para mi un orgullo el compartir este destino
con todos y cada uno de ustedes.
Para finalizar, les pido a todos que mantengan su fe en
nuestra patrona la Virgen Stella Maris, para que nos siga guiando hoy y
siempre.
Muchas Gracias."
Agradecimientos: Prensa y Difusión del ANAT - Oscar Filippi