Carta dedicada a Eliana María Krawczyk por el escultor Carlos H. Pacheco Nittmann:

Querida Eliana, pensaba estos días, en que te diría si tuviera la posibilidad de hablar con vos, pero no encontré nada nuevo… todos ya te dedicaron hermosísimas palabras, homenajes de todo tipo, reconocimientos. Quizás por eso, es que fui el responsable de contar tu historia, tu legado, a través del lenguaje que amo, la escultura, la forma en el espacio. 

Muchísimas son las sensaciones que circularon por mí, cuando nos confirmaron la realización de esta obra en Bronce. 

Y es que… retratar a una persona no significa solamente encontrar el parecido fisiológico, a mi criterio, y citando a mi maestro Carlos Benavidez, quien me acompaño en todo el proceso del retrato y a quien siempre estaré agradecido, el mayor desafío de un escultor figurativo es captar el espíritu, la personalidad, encontrar y resumir en un gesto, una expresión: Lo que era la persona en su vida cotidiana, como lo veíamos nosotros, como lo veían sus familiares y como era vista en su trabajo.

Pensaba yo mientras esculpía: la gente tiene que verla y sentirla natural, tengo que lograr que la recuerden de la mejor manera y que las historias abunden en los recuerdos de quienes la miren. 

El poder emocional de un retrato es mucho más de lo que generalmente se cree. 

Retratarte Eliana, fue una tarea hermosa como escultor pero al mismo tiempo cargado de mucha responsabilidad por conseguir lo anteriormente mencionado. 

Fuiste una apasionada por lo que hacías, una mujer alegre, que inspiraba respeto y admiración y no fue casualidad, que hayas rotos todos los parámetros y haberte convertido en la “Primer mujer submarinista de todo América del Sur”, eso fue un premio a semejante entrega y búsqueda por lo que amabas.

Quiero decirte que si bien, sos oriunda de nuestra queridísima Oberá, Misiones, hoy Tú figura y trayectoria es motivo de orgullo para todos los argentinos a nivel mundial. 

Cuando analizábamos con Carlos Benavidez tus fotografías y videos, automáticamente vimos en tu sonrisa todas las cualidades mencionadas más arriba, en esa sonrisa se resumía todo lo que eras y la arcilla pedía a gritos que así te esculpiera.

Todo el combo fue el ideal, trabajar hace años con la arcilla como materia prima, con sus propiedades orgánicas, la humedad justa, para que el contacto con las manos sea de puro placer, permite dejar cualquier tipo de huella sobre la obra, colocada en el mundo por Dios para producir y crear objetos. 

Es difícil de explicar lo que significa para nosotros los escultores la arcilla, pero la resumo en una palabra y es MAGIA, el poder transformar pedazos de arcillas en un retrato, es una bendición.

Hoy estas inmortalizada pero en Bronce, uno de los materiales más vistosos, hermosos y deseados en el mundo del arte, tu legado es eterno, tu sonrisa perdurara por siglos y muchísimas generaciones futuras sabrán de tu historia. 

Muchas gracias por ser una mujer TAN ARGENTINA y por representarnos de la mejor manera.

PD: Cuando el señor me lleve al paraíso, calculo que dentro de unos 85 años, espero que me tengas arcilla preparada para jugar allá también. 

Un Abrazo gigante a la distancia.

Carlos H. Pacheco Nittmann