Ejercicio
de supervivencia en el Mar
Entre
los días lunes 11 y viernes 15 del corriente, 52 cadetes de cuarto año de la
Escuela de Aviación Militar, realizaron ejercicios de supervivencia en el Mar
con la asistencia de personal de la Agrupación de Buzos Tácticos (APBT) que
tuvieron a su cargo, el adiestramiento en las técnicas anfibias y la seguridad
de los ejercicios realizados.
El
coordinador del ejercicio fue el Vicecomodoro Alejandro Méndez y el jefe de la
operación, el Capitán Carlos Cantarino de la Fuerza Aérea Argentina.
Esta
etapa de supervivencia en el mar, para los futuros aviadores militares,
constituye el contacto con el medio ambiente marino y los prepara para afrontar
su hostilidad. Es la fase práctica que se agrega a los conocimientos teóricos
adquiridos en las aulas de Escuela de Aviación Militar.
La
Agrupación de Buzos Tácticos se encarga de la adaptación primaria de los
cadetes en su contacto con el mar, la transferencia de conocimientos en las
técnicas anfibias y las normas de seguridad para la mejor protección de los
participantes en ésta difícil prueba.
La misma
se desarrolló en dos escenarios distintos, la primera fase, en aguas internas
del puerto y la segunda en mar abierto, con el apoyo de personal de la APBT,
del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea (GOE) y de la Lancha
Patrullera (P-65) ARA “Punta Mogotes”.
Los
cadetes aprenden técnicas de supervivencia en balsa, la importancia del trabajo
en equipo para afrontar estas difíciles situaciones, técnicas de primeros
auxilios y la optimización en el uso de los recursos para la supervivencia en
el mar.
Los días
miércoles y jueves, contaron con el apoyo aéreo de un helicóptero Mi – 171E (H-95)
de la VIIª Brigada Aérea y de una aeronave Fokker F-27 de la Iª Brigada Aérea.
El nuevo
helicóptero Mi-171E se utilizó para realizar las maniobras de izado en rescate
del personal de las balsas, del espejo
interno de agua se izaron 16 cadetes en una “canasta” de rescate con capacidad
para dos “náufragos” y luego, en condiciones más reales, dado que la extracción
del personal se realizó en mar abierto, se izaron otros 12 cadetes.
El
Fokker F-27, tuvo a su cargo la “localización” de las balsas y la entrega de lo
que se denomina, “línea de vida”, consistente en el lanzamiento, en vuelo
rasante, de otra balsa con elementos de refuerzo, víveres y comunicaciones,
para la supervivencia de los náufragos.
Todos
los cadetes se hallaban protegidos por trajes de neoprene. Durante los tres
días que dura el ejercicio, se alimentan con las raciones de supervivencia que
se hallan a bordo de las balsas, racionando el agua potable y protegiéndose
contra la hipotermia, principal enemigo de la supervivencia en el mar. Por
estas razones, se extreman las medidas de seguridad y están permanentemente
monitoreados por personal de Buzos Tácticos y del GOE de la Fuerza Aérea,
contando además, con un equipo sanitario de pronta respuesta en tierra.
El
viernes 15, finalizado ya el ejercicio, los cadetes pudieron visitar distintas
instalaciones de la Base Naval Mar del Plata, un submarino y una corbeta de la
División Patrullado Marítimo.
Oscar Héctor FILIPPI
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