Los avisos Neftegaz en la Armada Argentina
Por Marcelo J. Rivera (Dintel GID - Grupo de Investigación de Defensa)
La Armada de la República Argentina (ARA) mantiene una curiosa forma de clasificar a sus embarcaciones, saliéndose del tradicional encasillamiento de las llamadas “Armadas Rectoras”, lo cual, por ejemplo, lleva considerar como destructores a buques que, por tamaño y capacidades, serían denominados como fragatas en otros países del Mundo.
De la misma manera, conserva una antigua denominación que ya está en desuso en la mayoría de las Armadas modernas y que es la de “Aviso”, la cual, lejos de englobar un solo tipo de buque, concentra una gran cantidad de misiones todas ellas auxiliares, pero de gran importancia y que no necesariamente se asignan a una sola clase de buques.
Según la Real Academia Española se define al aviso como “Embarcación de guerra, pequeña y muy ligera, utilizada antiguamente para llevar pliegos y órdenes y, después, para otros usos auxiliares.”
Administrativamente ha sido una decisión interesante, ya que el “Aviso” se traduce en un buque altamente flexible, particularmente usado en misiones de apoyo y logísticas, con embarcaciones de distintos desplazamientos y no siempre estando artillados. Todo ello lleva a malinterpretar las verdaderas funciones de estos buques, ya que el aficionado está más acostumbrado a funciones concretas, es decir “o remolcador, o patrullero”, lo cual, embebido en una profunda ignorancia, suscita debates totalmente irrelevantes y forman opiniones bastante erradas.
El ARA “Alférez Sobral”, sobreviviente de un ataque con misiles durante la Guerra de Malvinas, ya ha cumplido 44 años de servicio en la Armada Argentina. (Foto: Cristian Chocor vía Martín Otero). |
Muchas veces, la confusión sobre la verdadera función de un aviso se genera debido a que durante varias décadas, los principales avisos argentinos pertenecieron a dos clases de buques artillados, las clases “Sotoyomo” y “Cherokee”, que asumieron roles de patrulla marítima y estaban armados con artillería ligera de autodefensa.
Sin embargo, estos buques, en realidad reciben la designación de Fleet Ocean Tug (ATF) o Auxiliary Ocean Tug (ATA) por la US Navy, su primera usuaria, y se trata de remolcadores de alta mar, o remolcadores de flota. Normalmente cumplían misiones de apoyo, remolque y SAR (búsqueda y rescate), y el hecho de que estuviesen artillados se debe más que nada a que fueron construidos durante la Segunda Guerra Mundial, más que por la necesidad de ser empleados como patrulleros o cualquier otra función como buques artillados de segunda línea.
Al ser buques muy marineros y adecuadamente armados, las Armadas menores los emplearon en roles de patrulla como misión secundaria, pero no siempre como prioridad, ya que por su velocidad no eran del todo capaces de perseguir a los pesqueros infractores. Sin embargo, fueron ampliamente utilizados en sus funciones originales, como barcos de remolque y salvamento, apoyo logístico, transporte y soporte a operaciones científicas.
Argentina los empleó profusamente durante la Guerra de Malvinas, en 1982, donde realizaron, principalmente, misiones de patrulla y SAR, en el transcurso de una de las cuales resultó gravemente dañado el aviso A-9 “Alférez Sobral”, atacado con misiles “Sea Skua” lanzados por helicópteros británicos. También hubo operaciones logísticas menores, como la transferencia de lubricantes al malogrado crucero “General Belgrano” en las etapas iniciales del conflicto.
La experiencia y los requerimientos que de ella se desprendieron, llevaron a que en 1988 se adquiriera un nuevo tipo de aviso, completamente diferente a los que estaban en servicio. El nuevo buque correspondía a un buque de apoyo del tipo diseñado para el apoyo a plataformas petroleras y que genéricamente designaremos como del tipo OSV (Offshore Supply Vessel).
Bautizado como A-2 “Teniente Olivieri”, desplaza 1.640 toneladas y se utiliza, principalmente, para misiones logísticas entre bases, remolque y salvamento en alta mar, además de realizar la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC) junto a la Armada de Chile y cumplir misiones auxiliares durante la Campaña Antártica de Verano que anualmente se realizan para abastecer a las bases antárticas argentinas, particularmente tras los graves daños sufridos por el rompehielos “Almirante Irizar” que lo han dejado fuera de servicio por varios años.
Este buque sirvió con la U.S. Maritime Administration, donde fue utilizado para transporte y provisión de líquidos (agua, combustible y lubricantes, hasta 800 ton) a otras embarcaciones, con ello se puede dar idea de la capacidad logística obtenida y en ello radica el posterior interés de la ARA en este tipo de buques.
Las misiones de logísticas, de apoyo comunitario entran dentro del rango de misiones de un aviso, al mismo tiempo que suelen ser los primeros destinos de mando de los oficiales jóvenes, por lo tanto, su valor en materia de instrucción es aún más importante.
Es entonces, en todas estas “deslucidas” tareas secundarias en la que radica la vital importancia de los avisos, aún sin estar armados con cañones o misiles, o sin un nuevo y moderno diseño furtivo.
El proyecto PAM, que se hizo POM y terminó en la nada
Durante los primeros años del Siglo XXI, uno de los primeros proyectos iniciados por la ARA para su modernización se denominaría Patrullero de Alta Mar (PAM) y comprendía la adquisición de un nuevo tipo de buque de unas 1.200 toneladas que cumpliera con una amplia cantidad de requisitos que le permitieran cubrir las misiones clásicas de un patrullero, y las propias de un aviso, por lo cual los diseños iniciales eran bastante sencillos. Aunque el nombre parecía bastante ambicioso, en realidad era un aviso de nueva generación con capacidad de patrullado como agregado de interés, pero sin pretender serlo del todo.
El PAM, más tarde se denominó POM (Patrullero Oceánico Multipropósito), cambio de designación que aún era inconsistente, pero que se aproximaba más a la realidad de lo que buscaba la ARA, que era una nueva generación de avisos multipropósitos y cuyas funciones quedaban delineadas, más o menos, de la siguiente manera:
1. Búsqueda y Rescate (BYR o SAR) en alta mar.
2. Apoyo a operaciones de buceo.
3. Patrulla Antártica Naval Combinada.
4. Capacidad Logística Auxiliar para la transferencia de combustibles, lubricantes y agua dulce a otras embarcaciones y bases navales.
5. Operaciones militares de apoyo en áreas costeras y fluviales (Apoyo anfibio costero y fluvial).
6. Entrenamiento de Marinería.
7. Apoyo a las Campañas Antárticas y Científicas.
8. Remolque y Salvamento de embarcaciones en alta mar.
9. Apoyo al control de desastres (Naufragios, plataformas petroleras, desastres naturales, contención accidentes ambientales).
10. Balizamiento y control de ayudas de navegación.
11. Apoyo logístico, SAR, asistencia comunitaria/sanitaria en áreas costeras y fluviales.
Esas funciones son las que normalmente realizan los avisos argentinos, y como puede comprenderse, no se habla de un buque patrullero en toda regla, y si nos concentramos en los requerimientos originales, que recordamos, tienen más de una década, lo que la ARA solicitaba era un aviso, no un patrullero tipo OPV (Offshore Patrol Vessel), del modelo que fuere.
Evidencias de ello era que se preveía que en su cubierta se pudiesen embarcar contenedores para varios propósitos (sanitarios, científicos, etc.), al mismo tiempo que la velocidad máxima prevista se fijó en 17 nudos, lo cual podría resultar insuficiente para un patrullero. A su vez, se previó la disposición de armamento y equipamiento acorde para las misiones de patrullado e interceptación, pero no se lo especificó claramente.
Una de las opciones inicialmente contempladas fue presentada por Astilleros Río Santiago, y se trataba de un buque no más complejo que un OSV (Offshore Supply Vessel), al cual podría agregársele una posición de armamentos a proa, pero dejaba bien en claro que tendría un casco reforzado para operar en el hielo, una plataforma de vuelo amplia para operar con helicópteros de hasta 10 ton, de la categoría del Airbus Helicopter H225 por ejemplo.
Hay que tener en cuenta que estudios posteriores a la Guerra de Malvinas, en 1982, tras la experiencia obtenida con el buque auxiliar ARA “Yehuín”, requisado a una empresa civil, sentaron un precedente sobre el empleo logístico de los avisos en zonas de difícil acceso, así como otras auxiliares.
El ARA “Yehuín” fue ampliamente utilizado para acelerar la conexión logística entre los buques mercantes y la costa, carente de facilidades portuarias. Y sería a raíz de esa experiencia que se enfatizó que la utilidad de este tipo de buques era de gran importancia en determinados teatros de operaciones, incluso se llegó a determinar que la mayor disponibilidad de este tipo de buques habría agilizado la descarga de los buques de transporte y flexibilizado la distribución de suministros a las áreas más remotas del archipiélago, por lo cual, no extrañaría que en 1988 se incorporara el muy similar aviso A-2 “Teniente Olivieri” como resultado de esas experiencias.
Obviamente, la posterior mutación del proyecto original en un buque más específico, como resultaron ser los patrulleros Fassmer OPV-80 en un programa conjunto con Chile, solo sirvió para retrasar más aún un plan que ya lleva alrededor de 15 años desde su elaboración y que, amén de ser un papelón político, jamás se materializó más allá de los anuncios de los distintos ministros.
Atendiendo al hecho de que la ARA tenía la urgencia de reemplazar a sus avisos con más de 70 años de antigüedad en sus cuadernas, y que el rol de patrulla marítima, ante la coyuntura existente, podía ser debidamente cubierto por las corbetas clases “Espora” y “Drummond”, es que se inicia el proceso de búsqueda de los debidos buques multipropósitos que la ARA tanto requería, y que precisamente no eran patrulleros.
La oferta de los buques rusos y su inesperado impacto estratégico
El aviso A-21 “Puerto Argentino” al momento de su arribo a la Dársena Norte del Puerto de Buenos Aires. (Foto: Andrés Rangugni – Dintel GID) |
Mientras se daba vueltas y vueltas sobre el proyecto PAM/POM y no se llegaba a nada, casi una década después de publicarse los primeros requerimientos del proyecto, la ARA comienza a analizar opciones diversas. En agosto de 2013, la empresa ARKTIKMOR NEFTEGAZ RAZVEDKA ofrece a la Argentina cuatro buques del tipo OSV de las clases Proyecto V92/II y V92/II Modified. En febrero del año 2014 parte una Comisión Inspectora con la finalidad de realizar la verificación y valoración de los buques, particularmente en los aspectos logísticos y operativos.
Esta información, recabada por un sitio brasileño (Poder Naval – www.naval.com.br) se acompañaba con información de que el Ministério da Defesa do Brasil toma interés en las intenciones argentinas y se inicia una investigación de Inteligencia a cargo de la Subjefatura de Inteligencia Estratégica (SCIE) del Estado Mayor Conjunto de las Forças Armadas. Dicha investigación quedaría a cargo del almirante de escuadra Carlos Augusto de Souza.
Lo interesante de la investigación del almirante de Souza es que llegó a la conclusión de que dichos buques serían destinados a operar en aguas australes “próximas a la zona de exclusión marítima definida por los ingleses en torno al archipiélago de Malvinas” (1), pero ya volveremos sobre este tema.
El día 24 de abril del año 2014, el diario Ámbito Financiero comunicaba que entre los acuerdos firmados con Rusia se incluía la adquisición de “cuatro remolcadores rusos”, aun con la tradicional falta de conocimientos de la prensa no especializada, brindaba detalles interesantes sobre aquellos buques cuya mención generó ciertos debates al respecto.
Pronto la noticia comenzó a difundirse en distintos medios de comunicación masiva y otros especializados, donde la mala interpretación del tipo de buque, además de generar una malintencionada campaña de desinformación realizada a la medida de los intereses de Gran Bretaña, ya que se los trataba como buques que amenazarían los intereses de Londres en el Atlántico Sur, algo que a decir verdad, poco importaba a la Argentina.
Lo cierto es que el asunto es más profundo que simplemente argumentar que podrían “interceptar plataformas petrolíferas británicas en la zona de Malvinas”, algo que de cualquier forma sería una estúpida declaración de guerra, pero una interesante manera de poder hacer ver como ofensivos a buques inofensivos, lo cual se ajusta muy bien al talante de las provocaciones de británicos y kelpers, repetida hasta el hartazgo por la ignorante prensa local que parece ajustarse más a los intereses de Londres que a los de Argentina, sin distinguir la bandera política del gobierno de turno.
Hay que reconocer que ni la Armada, ni la Cancillería se esforzaron mucho en explicar debidamente el talante de las embarcaciones recientemente adquiridas, la primera con explicaciones poco claras, la segunda haciendo gala de una de las peores gestiones diplomáticas de la Historia Argentina.
Aquella noticia local informaba que memorandos de entendimiento y acuerdos en materia de defensa fueron firmados con Rusia y se iniciaba el normal proceso de adquisición de cuatro buques multipropósitos clase Project V92/II Modified. Los mismos fueron firmados en abril, supusieron meses de trabajo hasta que, finalmente, el 3 de diciembre de 2014, la Armada de la República Argentina, con el aval del Ministerio de Defensa, firmaba en Rusia un convenio para la adquisición de aquellas cuatro embarcaciones, según se informaba en la prensa especializada local.
Dentro del acuerdo se estipuló que un grupo del alrededor de 70 marinos sería enviado a Rusia en febrero de 2015 para realizar los cursos de capacitación, particularmente en lo referido a propulsión y control de averías, y, a partir de entonces, todo comenzó a marchar de forma normal, casi sin dar conocimiento a la prensa, lo cual podría ser perjudicial para el proyecto, y siguiendo un calendario de entrenamiento y alistamiento que se extendería por los próximos diez meses, aproximadamente. A su vez, los buques fueron equipados con electrónica occidental, la más moderna y eficiente para este tipo de embarcaciones, con lo cual se ajustaría a los estándares de la ARA.
Con una adecuada, aunque naturalmente improvisada, adaptación de los indicadores del alfabeto cirílico al occidental, se requirió poner a punto una serie de procedimientos elementales para que los buques sean incorporados rápidamente y se facilitara ganar tiempo precioso para que estuviesen disponibles para colaborar con la Campaña Antártica de Verano durante las primeras semanas de 2016.
Durante la fase de alistamiento, el debate sobre la utilidad real de estos buques comenzó a ser discutida políticamente, con el debido pedido de informes a la Honorable Cámara de Diputados de la Nación (2), el cual también contenía ciertas malas interpretaciones que fueron parcialmente corregidas por el informe elevado por la ARA en su momento, que también terminó por justificar la incorporación de estos medios.
Se han achacado ciertas falencias en estos buques, suscitando, una vez más, debates irrelevantes, o sacando conclusiones apresuradas sobre modificaciones futuras. La velocidad de los buques, una de las críticas, es superior a la de los buques que se pretende reemplazar (avisos Cherokee/Sotoyomo), y la carencia de armamentos, situación que podría resolverse sin mayores inconvenientes y de forma local, tampoco parece prioritario, toda vez que el aviso A-2 “Teniente Oliveri”, en sus 28 años de servicio, nunca fue adaptado para misiones de patrulla, no recibiendo ningún tipo de armamento fijo. (3)
Pero deteniéndonos en el informe de Inteligencia realizado por el gobierno del Brasil, el mencionado sitio de Poder Naval, asegura que una fuente consultada en Argentina les indicaba que “los buques de clase Neftegaz serán desplegados para reforzar la campaña de suministro de bases argentinas antárticas durante el verano y, sobre todo, para patrullar el eje Ushuaia (capital de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur) -Base Petrel en la Isla Dundee en el península antártica.”
Si uno analiza la siguiente información brindada por el sitio brasileño:
“Ushuaia está a 770 km de Port Stanley (Puerto Argentino), la capital malvinense; Petrel 600 km. Petrel, que estaba cerrada y tiene dos pistas (una con más de mil metros de largo), parece especialmente importante para Argentina. Tanto el propio ministro Rossi anunció su reapertura en diciembre pasado.”
Se puede comprender que algunos de los cuatro buques adquiridos a Rusia van a ser empleados, más que nada, para potenciar la proyección estratégica argentina, no tanto con fines tan amenazadores como parecen dar a entender las fuentes brasileñas, pero claramente con la finalidad de consolidar los Intereses Estratégicos argentinos en relación a la Antártida y el Atlántico Sur.
También se debe comprender que la ausencia del rompehielos ha supuesto un serio inconveniente logístico para la Argentina, con lo cual las bases menores y más alejadas en el territorio antártico han tenido ciertos inconvenientes en su aprovisionamiento anual y que, de esta manera, podrían verse resueltos. Una vez más, se podría decir que las funciones básicas para las cuales fueron adquiridos, definitivamente no son para patrulla marítima.
Al mismo tiempo, Poder Naval, que parece estar mejor informado que cualquier sitio especializado argentino, dio a conocer que la ARA “ha iniciado estudios para instalar cañones Bofors de 40 mm en los remolcadores rusos”. Según el artículo brasileño, los cañones serían “los cañones Bofors 40/70 retirados de la lancha rápida “Indómita”, una de las dos lanchas rápidas misileras TNC-45 recientemente inspeccionadas en astilleros nacionales. (4)
Finalmente, la transacción realizada implica una erogación de U$ 11.407.700 millones, de los cuales, U$ 7.523.000 corresponden al pago de los buques en sí, mientras que el sobrante se destina a todos los gastos administrativos, legales, adaptación, logísticos, de combustible e instrucción del personal, además de su traslado al país.
Cabe agregar que, según fuentes oficiales, adquirir buques de estas características y nuevos a un astillero, los precios podrían variar hasta los U$ 15 millones por unidad y con plazos de entrega de hasta dos años, por lo que podría entenderse como una oportunidad bien aprovechada.
Dicha inversión también supone otro hito económico y operativo importante, documentos oficiales indican que la Campaña Antártica 2012 – 2013 tuvo un costo de U$ 10 millones para el alquiler del rompehielos ruso “Vasiliy Golovnin” y dos helicópteros Ka-27 “Helix”, los cuales prestaron servicio a lo largo de 45 días con el fin de cubrir las tareas requeridas. Con el empleo de estos buques como complemento, el alquiler del buque ruso se reduciría a 15 días y se ahorrarían, aproximadamente, unos U$ 3 millones, lo cual es una cifra para nada despreciable.
El motivo por el cual fueron puestos en venta, según especifican diversas fuentes, es por el hecho de que la empresa ARKTIKMOR NEFTEGAZ RAZVEDKA los consideró ya entrados en años (entre 24 y 28 años) y al hecho de que hay una falta de demanda que los hace ociosos. Al mismo tiempo, los costos del seguro y su mantenimiento lo hacen comercialmente inviables. Los cálculos de la ARA estiman que su vida remanente operando en Argentina es de entre 15 y 20 años sin mayores inconvenientes.
Las características de los nuevos avisos
Es justo, ahora, concentrarnos en las características de la denominada Clase “Neftegaz”, que en realidad se trata de dos subvariantes de un mismo diseño, denominado en Rusia como Proyecto V92/II Neftegaz y V92/II Modified Neftegaz, sin embargo, las diferencias son prácticamente mínimas y cuentan con la misma motorización.
Detalle del cañón de agua estribor de uno de los avisos rusos, también puede apreciarse el depósito de bengalas de emergencia. (Foto: Andrés Rangugni – Dintel GID) |
Los buques del Proyecto V92/II fueron fabricados en Polonia bajo requerimiento de la entonces Unión Soviética (URSS) y fueron construidos desde el principio como buques polares, siendo clasificados como Tipo B/1A según las normas de hielo sueco-finlandesas, lo que permite navegar y desplazar hielo de hasta 80 cm de espesor.
Su diseño corresponde al de AHTS (Anchor Handling Tug Supply o Manejo de Anclaje Remolcador de Suministros), tratándose de buques muy marineros y maniobrables, buenas prestaciones como remolcador, además de tener equipamiento que le permite realizar tareas de apoyo, como el remolque oceánico, patrullaje y tareas antárticas de verano. (5)
Pese a pertenecer a dos sub variantes, ambos tipos tienen unas dimensiones que comprenden 81,37 metros de eslora, 16,3 metros de manga y 4,9 metros de calado. Desplazan 2.723 toneladas y su tripulación se compone de 20 marinos, disponiendo de capacidad para alojar a otras 10 personas adicionales. Estos buques, por sus características, son los mayores y más poderosos remolcadores operativos en Sudamérica y se ubican entre los más grandes de la Armada de la República Argentina.
Su motorización se compone de dos motores diesel Zulcer de 3.600 HP (7.200 HP en total), y que sin duda fueron los que aconsejaron la adquisición de los navíos, pues se trata de motores de sobra conocidos en Argentina y que tienen una cadena logística viable y existente. Disponen de dos hélices de paso variable y dos motores diésel de maniobra, además de diversos implementos para el cumplimiento de sus misiones específicas.
En la Argentina fueron bautizados con nombres de accidentes geográficos del archipiélago de Malvinas, siendo los mismos: A-21 “Puerto Argentino”, A-22 “Estrecho de San Carlos”, A-23 “Bahía Agradable” y A-24 “Islas Malvinas”.
Los buques A-21 “Puerto Argentino” y A-23 “Bahía Agradable” pertenecen a la clase Proyecto 92/II y se ha previsto que sean debidamente inspeccionados en TANDANOR, debido a que se trata de los buques más veteranos. De la misma manera, los A-22 “Estrecho de San Carlos” y A-24 “Islas Malvinas” pertenecen al Proyecto 92/II Modified y se encuentran en mejores condiciones operativas.
En el sitio web de Histarmar (www.histarmar.com.ar) hay abundante material fotográfico de cuando los buques estaban en construcción en los astilleros polacos, además se dispone de una descripción de cada uno con una mayor abundancia de detalles específicos, por lo cual es recomendable su lectura.
Sus primeras tareas en Argentina
Las primeras tareas encomendadas a estos avisos recientemente incorporados fueron una muestra cabal de para lo que fueron adquiridos. Según informaba Gaceta Marinera, los buques ARA A-21 “Puerto Argentino” y ARA A-24 “Islas Malvinas” tomaron parte de la Campaña Antártica 2015/2016 cumpliendo misiones logísticas y auxiliares.
El A-24 se desplegó desde Puerto Belgrano (Bahía Blanca) para servir como buque de apoyo logístico para el transporte ARA B-3 “Canal de Beagle”, que, como explicara Gaceta Marinera. (6)
“(…) en el caso de encontrarse con presencia de campos de hielo que obstruyeran su navegación. Además, realizó tareas de balizamiento, transporte de cargas y personal y, por su capacidad de remolcador polar, su sola presencia fue garantía de seguridad para las unidades que navegaban en el sector.”
También, trabajando junto al aviso ARA A-6 “Suboficial Castillo”, se encargaron de transportar cargas y personal a las bases Brown, Decepción, Cámara, Petrel, Orcadas, Carlini, Esperanza, Melchior; y el refugio Gurruchaga. A su vez, se encargaron de retirar basura, combustible y realizar la limpieza de derrames en la base Brown.
Asimismo, por primera vez y de forma operativa, el A-24 “Islas Malvinas” realizaría tareas VERTREP (Vertical Replenishment – reaprovisionamiento vertical) con la participación de uno de los helicópteros Ka-32 “Hélix” del rompehielos “Vasiliy Golovnin”, que realizó el transporte de carga a la eslinga hasta la base Esperanza.
Para complementar al aviso A-24 “Islas Malvinas”, se desplegó desde Puerto Belgrano (Bahía Blanca) al A-21 “Puerto Argentino”, el cual se ocuparía de las habituales tareas asignadas a las unidades navales desplegadas en la zona austral.
De esta manera, durante los primeros días de marzo de 2016, el A-21 se dirigió hacia la Isla de los Estados, donde la Armada Argentina mantiene desde 1978 el Apostadero Naval Luis Piedra Buena. En esta acción, el A-21 se convirtió en el primero de estos avisos en ingresar al sector de Parry Interior.
El día 6 de marzo, la unidad nuevamente zarpa, junto a la lancha rápida ARA P-85 para realizar el relevo de puestos y tareas de reconocimiento del litoral marítimo. Durante el periplo, los puestos de Buen Suceso (Península Mitre) como en Parry (Isla de los Estados), se realizaron tareas de mantenimiento y reacondicionamiento de los puestos.
Entre las tareas realizadas en incluyendo el recambio del generador principal y el reflotamiento del pontón de amarre que estaba semihundido y fuera de servicio en el Apostadero Naval Luis Piedra Buena, con apoyo de personal de los Talleres de Mecánica, Electricidad, y de Salvamento y Buceo de la Base Naval Ushuaia, junto a personal de la Agrupación Lanchas Rápidas.
La reparación y acondicionamiento del pontón de amarre se realizó en la cubierta de popa del A-21, siendo elevado por la grúa del mismo, con lo cual se aprecian las capacidades que estos buques agregan a las tareas de apoyo de la Armada.
Bote salvavidas y chalupa a bordo de uno de los avisos. (Foto: Andrés Rangugni – Dintel GID) |
La inmensa cubierta de los nuevos avisos se ajusta a las necesidades de la ARA. (Foto: Andrés Rangugni – Dintel GID) |
Detalle de los radares de navegación. (Foto: Andrés Rangugni – Dintel GID) |
Todos los equipos de navegación y comunicaciones instalados en los avisos son de la renombrada empresa Furuno, una de las líderes en la materia. (Foto: Andrés Rangugni – Dintel GID) |
Operando en aguas antárticas, donde los nuevos avisos demostraron ser valiosos agregados a las campañas antárticas. (Foto: Armada Argentina vía Gaceta Marinera) |
Durante las misiones logísticas, los avisos reaprovisionaron de todo tipo de suministros a las bases antárticas. (Foto: Armada Argentina vía Gaceta Marinera) |
Referencias
(1) http://www.naval.com.br/blog/2015/02/17/argentinos-vao-a-russia-receber-os-seus-super-rebocadores/
(2) Ver: Honorable Cámara de Diputados de la Nación – PROYECTO DE RESOLUCIÓN: http://www1.hcdn.gov.ar/proyxml/expediente.asp?fundamentos=si&numexp=1234-D-2015
(3) El continente Antártico es “Continente Desmilitarizado”, ningún navío artillado puede surcar sus aguas. Habiendo sido primariamente adquiridos para su rol antártico, lo más probable es que no sean dotados de armamento fijo, pese a que hay versiones, no confirmadas, sobre lo contrario.
(4) Ver: http://www.naval.com.br/blog/2015/05/12/ara-estuda-instalar-canhoes-bofors-de-40-mm-em-rebocadores-russos/
(5) Ver: http://www.histarmar.com.ar/Armada%20Argentina/ArmadaHoy/AvisosRusos/Avisos%20Tipo%20Neftegaz.htm
(6) Ver: http://www.gacetamarinera.com.ar/nota.asp?idNota=15030&idSec=7
Autor y Fuentes:
Este artículo fue escrito por Marcelo J. Rivera, agradeciendo la colaboración prestada por Andrés Rangugni, Martín Otero y Cristian Chocor en materia de información y material fotográfico.
– https://en.wikipedia.org/wiki/Sotoyomo-class_fleet_tug
– https://en.wikipedia.org/wiki/Cherokee-class_fleet_tug
– https://es.wikipedia.org/wiki/ARA_Teniente_Olivieri_(A-2)
– http://www.naval.com.br/blog/2015/05/12/ara-estuda-instalar-canhoes-bofors-de-40-mm-em-rebocadores-russos/
– http://www.naval.com.br/blog/2015/03/24/super-rebocadores-argentinos-chegarao-com-28-tripulantes-russos-a-bordo/
– http://www.naval.com.br/blog/2015/02/17/argentinos-vao-a-russia-receber-os-seus-super-rebocadores/
– http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=787935
– http://www.clarin.com/politica/Negocian-compra-podrian-Atlantico-Sur_0_1150085012.html
– http://www.infodefensa.com/latam/2014/12/09/noticia-armada-argentina-adquiere-cuatro-buques-operar-condicion-hielo.html
– http://www.nuestromar.org/noticias/categorias/02-03-15/personal-argentino-destacado-rusia-recibir-s-remolcadores
– http://www1.hcdn.gov.ar/proyxml/expediente.asp?fundamentos=si&numexp=1234-D-2015
– http://www.albertoasseff.com/pedido-de-informes-sobre-compra-de-buques-rusos-pregunta-por-la-construccion-prometida-de-patrulleras/
– http://www.histarmar.com.ar/Armada%20Argentina/ArmadaHoy/AvisosRusos/Avisos%20Tipo%20Neftegaz.htm
– https://es.wikipedia.org/wiki/Clase_Project_V92/I_mod._Neftegaz
– http://www.histarmar.com.ar/Armada%20Argentina/ArmadaHoy/AvisosRusos/A21-61-PUERTOARGENTINO.htm
– http://www.histarmar.com.ar/Armada%20Argentina/ArmadaHoy/AvisosRusos/A22-51ESTRSANCARLOS.htm
– http://www.histarmar.com.ar/Armada%20Argentina/ArmadaHoy/AvisosRusos/A23-TUMCHA-BAHIAAGRADABLE.htm
– http://www.histarmar.com.ar/Armada%20Argentina/ArmadaHoy/AvisosRusos/A24-57-ISLASMALVINAS.htm
– http://www.gacetamarinera.com.ar/nota.asp?idNota=15030&idSec=7
1 comentario:
Un dato a modificar Puerto belgrano en encuentra en la ciudad de Punta Alta a la cual no tiene ninguna referencia con Bahia blanca.de ser posible correjir ese error ya que es importante .
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