El viernes 27, en el muelle oriental de la dársena de submarinos de la Base Naval Mar del Plata, se llevó a cabo la formación militar y ceremonia recordativa del 25 Aniversario de la afirmación del Pabellón Nacional en el Submarino (S-41) ARA “Santa Cruz”.
El 18 de octubre de 1984 se materializaba la afirmación del pabellón abordo del Submarino A.R.A. “SANTA CRUZ”. Casi dos meses más tarde, y luego de una travesía de 6900 millas sin escalas tras 29 días de navegación con un avance superior a 10 nudos y con una reserva de combustible superior al 50 %, claro ejemplo de sus capacidades, arribaba a la dársena de submarinos de la Base Naval Mar del Plata, incorporándose de esa manera a la Fuerza de Submarinos.
La ceremonia fue presidida por el Comandante de la Fuerza de Submarinos, Capitán de Navío (VGM) Carlos Marcelo Zaratiegui. Asistieron, Comandantes, Directores y Jefes de los otros destinos con asiento en ésta Base Naval, todos los ex comandantes de la unidad, familiares e invitados especiales.
En el transcurso de la ceremonia, el Comandante del Submarino “Santa Cruz”, Capitán de Fragata Gabriel Eduardo Attis, hizo entrega de la espada, al Suboficial Segundo Mario Ramón Polo, integrante de la dotación.
En estos 25 años de servicio, el Submarino “San Juan” ha navegado más de 160.000 millas y completado 25.000 horas de inmersión.
Entre las actividades operativas y de adiestramiento en las que ha participado esta unidad, tanto nacionales como internacionales, caben destacarse:
• Su participación en numerosos operativos FRATERNO y UNITAS.
• Su despliegue al Perú en el año 1986 con motivo de conmemorarse el 75° aniversario de la Fuerza de Submarinos de ese país.
• El adiestramiento integrado con las unidades de la Flota De Mar, Aviación Naval, la Agrupación de Buzos Tácticos y Comandos Anfibios.
• Y la contribución a la formación de veinticuatro promociones de submarinistas provenientes de la Escuela de Submarinos y Buceo.
Entre abril de 1999 y febrero de 2002, luego de 15 años de servicio ininterrumpidos, haría un alto en sus actividades para someterse a su reparación de media vida la cual implicó, entre otras cosas, el corte del casco y el cambio de sus motores y generadores. La misma, llevada a cabo en tres etapas en la ciudad de Río de Janeiro y en la Base Naval Puerto Belgrano, le permitió prolongar su vida útil y así su servicio al país.
Tales logros no hubiesen sido posibles sin el esfuerzo, dedicación y abnegación de los cientos de hombres que han sido o son parte de su tripulación. Valor, profesionalismo, espíritu de sacrificio, dedicación al trabajo, compromiso y apoyo mutuo son solo algunas de las características que los distinguen.
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