viernes, 24 de mayo de 2019

El ataque al MV Atlantic Conveyor

AMD-BA Super Étendard 0754/3-A-204 en el hangar de la EA32 (Martín Otero-05/2005)

El 25 de mayo se cumple un nuevo aniversario del ataque misilístico al corazón de la Task Force británica que terminó con el hundimiento del protacontenedores, transformado en buque logístico MV Atlantic Conveyor.
Para esa fecha, a través de tareas de inteligencia, se determinó que 176 kilómetros al noreste de Puerto Argentino, en las Islas Malvinas, se encontraba una Fuerza de Tareas británica, encabezada por, al menos, uno de los portaaviones ingleses. A fin de efectuar un ataque misilístico a ese núcleo de buques, se ordenó alistar una sección de dos aviones AMD-BA Super Étendard con un misil Aerospatiale AM-39 Exocet en cada avión de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque (EA32) del Comando de Aviación Naval, de la Armada Argentina.
TN Julio Barraza y CC Roberto Curilovic, en septiembre 1982
El Capitán de Corbeta Roberto Curilovic sería el líder de la sección, acompañado por el Teniente de Navío Julio Barraza, lo acompañaría como su numeral. Al líder se le asigno el Super Étendard 0755/3-A-203, mientras que al numeral el 0754/3-A-204.
Debido a la indisponibilidad de tanqueros Lockheed KC-130H de la Fuerza Aérea Argentina, se debió postergar el inicio de la misión a la tarde, ya que originalmente estaba previsto el despegue de la sección a las 08:00, que se se había reprogramado para las 12:00 y finalmente despegaron desde la Base Aeronaval de Río Grande (BARG), a las 17:28. Con rumbo Nornoreste, se dirigieron al punto de encuentro con Hércules, a 256 kilómetros al Este de Puerto Deseado. Luego de completar sus tanques, pusieron rumbo al SudEste, hacia el objetivo predeterminado, que se encontraba a 480 kilómetros de distancia. Al llegar a 240 km, descendieron a una altura de entre 8 y 10 metros sobre el nivel del mar, continuando la navegación planeada.Ambos pilotos encontraron el objetivo exactamente donde los radares habían predicho (58º 38 'Sur, 56º 8'Oeste), y cargaron las coordenadas en el sistema de arma, lanzaron los Exocets a las 19:31 horas. 

Los pilotos descienden de sus aviones luego de la misión

Con los misiles liberados, dominaron cada avión e invirtieron el rumbo y se dirigieron a un nuevo encuentro con el avión tanquero para asegurar el regreso sin inconvenientes a la BARG.
Luego de recorrer 2.592 kilómetros durante 3 horas y 50 minutos, aterrizaron sin ninguna novedad en los aviones.
Los misiles se lanzaron sobre los ecos representados en la pantalla del radar Agave de cada avión y ambos pilotos pudieron observar dos blancos de gran porte y uno más pequeño. El sistema de lanzamiento comenzó a transmitir los datos automáticamente al calculador de navegación de los misiles.mientras se actualizaban permanentemente los movimientos y velocidad de los blancos seleccionados. Los dos pilotos seleccionaron los buques más grandes que iluminaban sus radares.
Croquis del informe oficial inglés sobre la trayectoria de los misiles (via Maríano Sciaroni)
La fragata HMS Ambuscade y el destructor HMS Exeter detectaron la emisión de los radares Agave de los aviones al tiempo y dispararon las alarmas por su su presencia. El resto de los buques, incluido el portaaviones HMS Hermes comenzaron a lanzar chaff (pequeñas laminas de aluminio que se disparan para generar ecos falsos y poder desviar a los misiles). Despegaron varios helicópteros con equipos especiales con la intención de interferir a los radares de los aviones y de los propios misiles Exocets. Todas estas medidas resultaron efectivas para desviar a los AM-39 de su objetivo primario que era el portaaviones, pero ambos misiles tienen la capacidad de readquirir blancos y se dirigieron rápidamente hacia el buque logístico. Los dos misiles, a las 19:35 horas, impactaron sobre la estructura y estallaron en el interior del MV Atlantic Conveyor, violentamente. El buque, cargado de pertrechos militares, incluyendo combustible y armas, ardió rápidamente. La carga transportada incluía tres helicópteros Chinook, uno de los cuales se encontraba en la "plataforma" de popa, preparándose para su traslado hacia la cabera de playa, otros seis Wessex y un Sea Lynx. Además en su encubierta estibaba, en contenedores ISO dispuestos a cada banda, todo un arsenal bombas de racimo, motores de cohetes, misiles antitanques, granadas y municiones. En sus amplias bodegas albergaba tanques inflables y camiones cargados de combustible, botes para desembarco, planchas de acero para construir una pista aérea desmontable para ensamblar en San Carlos y que puedan operar los Harrier, equipos desalinizadores y de iluminación, repuestos de aviones y helicópteros, generadores, tiendas y carpas de campaña, raciones y calentadores e infinidad de equipos para tropas terrestre. Todo se consumió rápidamente en el incendio generalizado. El día 28 de mayo, el buque finalmente se partió en dos y se hundió en la siguiente posición 50°40′S 54°28′W.
Como consecuencias del incendio, fallecieron 12 tripulantes en la explosión y 9 desaparecieron en el Atlántico Sur, incluyendo a su Comandante, el Capitán Ian North y el Comandante militar de la Royal Navy, el Capitán de Navío Mike Layard

El MV Atlantic Conveyo zarpa de la Isla Asecención
El portacontenedores acaba de recibir el impacto de ambos misiles
Consumido por el fuego, el buque luego se partiría en dos y se hundiría el 28 de mayo,